sábado, abril 27, 2024
América Latina

ONU lanza informe sobre la situación y perspectivas de la economía mundial 2024 en América Latina y el Caribe

El informe de la Situación y perspectivas de la Economía Mundial (WESP) 2024 de la ONU fue lanzado el día de hoy para América Latina y el Caribe, el cual presenta unas perspectivas económicas globales y regionales pesimistas a corto plazo.

El principal informe económico de la ONU señaló que las tasas de interés persistentemente altas, una mayor escalada de los conflictos, el lento comercio internacional y los crecientes desastres climáticos plantean desafíos importantes para el crecimiento global. Se prevé que el crecimiento económico mundial se desacelerará de aproximadamente el 2,7 % en 2023 al 2,4 % en 2024, con una tendencia inferior a la tasa de crecimiento prepandémica del 3 %.

Mientras que para América Latina y el Caribe se prevé un panorama económico desafiante ya que las condiciones monetarias restrictivas afectarán negativamente a la demanda agregada; una demanda externa más lenta limitará el crecimiento de las exportaciones; y tanto las vulnerabilidades estructurales como las incertidumbres políticas pesarán negativamente sobre la inversión. En 2024, se prevé que el PIB regional crezca solo un 1,6 %, tras alcanzar un crecimiento estimado del 2,2 % en 2023.

El lanzamiento regional del Informe WESP 2024 contó con la participación de Sebastián Vergara, Oficial de Asuntos Económicos del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA) de las Naciones Unidas; y de Natalie Gómez, economista de la Oficina de Coordinación residente del Sistema de Naciones Unidas en Colombia.

Sebastian Vergara, especializado en crecimiento económico y economía del desarrollo e innovación, señaló que “uno de los aspectos que enfatizamos en este informe para la región es que más allá de estas cifras en el corto plazo, que vemos un crecimiento relativamente lento y perspectivas económicas débiles, es que la región está con un crecimiento bajo desde hace muchos años y es un tema que es estructural para la región y existe una urgente necesidad de aumentar la capacidad de crecimiento”.

Por su parte Natalie Gómez, experta en temas de desarrollo económico y social desde el sector público y organizaciones multilaterales, agregó que “el limitado espacio fiscal, el aumento de la deuda pública como porcentaje del PIB y el aumento de los costos del endeudamiento externo van a hacer que la región no vaya a tener los recursos suficientes para invertir en las grandes transformaciones que se necesitan: reducción de pobreza, transformación energética, temas de cambio climático y medio ambiente, no vamos a tener los recursos disponibles para hacerlo porque no podemos gastar más y nos va a costar mucho más endeudarnos. Eso nos va a hacer que limitemos las inversiones necesarias para cumplir la Agenda 2030”.

La región continúa enfrentándose al crucial reto de implementar políticas macroeconómicas anticíclicas e industriales activas para impulsar el crecimiento y la inversión, ampliar el bienestar social y desarrollar la resiliencia al cambio climático, así como acelerar el progreso hacia los ODS.

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