para México, Cuba y República Dominicana
La pérdida de un compañero es devastadora. Para muchas mujeres en todo el mundo, esa pérdida se acrecienta por una lucha a largo plazo por las necesidades básicas, sus derechos humanos y su dignidad. Se les puede negar los derechos de herencia sobre el terreno en el que se basaron para su sustento o ser desalojadas de sus hogares, siendo forzadas a matrimonios no deseados o rituales de viudez traumatizantes. Son estigmatizadas de por vida, rechazadas y avergonzadas. Y lo peor, muchos de estos abusos pasan desapercibidos e incluso se normalizan.